Parece increíble, pero el pádel, posiblemente uno de los deportes con más crecimiento a nivel mundial, vive un momento crítico.
La elite de la disciplina está en pie de guerra con la Federación Internacional de Pádel (FIP) y con la organización del principal torneo (Premier Padel).
Los mejores jugadores del mundo dijeron basta y tomaron la determinación de no participar de las fechas de Gijón y de Cancún, dos torneos de categoría P2.
Es que el Profesional Padel Asociación (PPA), que nuclea a las jugadores, asegura que están ante un circuito sin reglas claras, decisiones arbitrarias y una FIP que consideran parcial, ya que entienden que no regulan Incluso, según la PPA, el FIP ya no actúa como un organismo imparcial, sino que no regula las decisiones de Premier Padel..